Con seguridad muchos de nosotros estaremos ya pensando con qué llenaremos la maleta con la que en breves semanas disfrutaremos de nuestro lugar de descanso preferido. Si unos escogeremos la montaña, otros elegirán la playa y con certeza también habrá quienes prefieran aprovechar estos días para descubrir nuevas ciudades. Para todos, las prendas de lino se presentan como la mejor opción para disfrutar del verano con comodidad, frescura y, sobre todo, también con estilo.
Pero antes de entrar a analizar este apasionante tejido nos parece interesante hacer una reflexión sobre la vestimenta que acompaña tanto a los conjuntos de corbata como a los de sport durante la temporada de verano.
La pauta principal a la que prestar atención en verano, tanto en la vestimenta formal como en la informal, es aquella que habla de la conveniencia de transmitir a la ropa el colorido, la alegría y la frescura de estas fechas. Poco elegante resultará ya seguir apostando casi en exclusiva por los trajes azul marino y gris marengo. Igualmente, tampoco parece una buena opción continuar optando por zapatos cerrados o por pantalones de lana cuando se vista de sport. Del mismo modo, ni los trajes de franela, ni las abrigadas corbatas de lana, ni las gruesas camisas de viyela, ni tampoco los abrigados jerséis de cachemira deberían ocupar un espacio privilegiado en nuestro armario. Por el contrario, se debería dar entrada a trajes que además de contar con apenas hombreras, entretelas y forros fueran de un tejido y un color más acorde a este momento del año. Así, por ejemplo, los trajes azul petróleo y claros así como los crema resultan una opción elegante y segura. Escogido el color bastará con cerciorarse de que sus telas estén confeccionadas en lino, seda, vicuña o, en general, en cualquier modalidad de lana fría para además de disfrutar con estilo hacerlo también de manera fresca y relajada.
Los complementos con los que divertirse en esta temporada también difieren en gran medida de los utilizados en invierno. Así, por ejemplo, las tan actuales corbatas desestructuradas deberían sustituir a las más entreteladas, los gemelos de formas y colores alegres a los más serios y los pañuelos de bolsillo más desenfadados a los más conservadores. Por su parte, en la vestimenta de sport los pantalones del algodón más fino, los jerséis de punto, las alpargatas así como los conocidos popularmente como gomminos o drives deberían ser nuestra primera opción a considerar.
Hablar de las múltiples prendas entre las que escoger en estas fechas requeriría de un gran espacio por lo que dejaremos esto para más adelante y nos centraremos en las auténticas reinas del verano: las prendas de lino.
Aunque al referirnos hoy al lino todos evoquemos un tejido muy fino, poco pesado y fresco, este en sus orígenes poco o nada tenía que ver con esta moderna concepción. Curiosamente, en el s. XVIII, cuando el lino era junto a la lana el principal compuesto con el que se confeccionaban los trajes y las chaquetas, este se distinguía por un gran peso y grosor. Aquella manera de confeccionar las entonces abrigadas telas de lino permitía vestirlas desde el mes de marzo hasta bien entrado octubre. De hecho, al contrario de lo que ocurre hoy, donde el metro de tela de lino pesa alrededor de los 200 gramos, en aquellos tiempos este excedía de 350 gramos lo que le convertía en uno de los tejidos más populares en invierno.
Cómo disfrutar hoy del lino
Si bien su cultivo se remonta al s. IV a. C. en Egipto donde el lino era el único tejido con la magnificencia suficiente como para poder enterrar con él a sus momias, hoy su uso y confección ha evolucionado popularizándose como el tejido perfecto para combatir las altas temperaturas. De hecho, no hay que olvidar que el lino es una planta herbácea cuya fibra vegetal, al igual que la del algodón, está compuesta principalmente por celulosa siendo dos de sus principales características su gran habilidad para conducir el calor y su particular facilidad para absorber la humedad.
Una de las particularidades del lino que le ha hecho ganarse en mismo número defensores y detractores es su enorme facilidad para formar arrugas. Estas arrugas si bien son parte de su encanto no a todos gustan por igual. Quizás sea este el motivo por lo que este tejido es mucho más popular en la vestimenta de sport que en la formal. Sin embargo, desde mi punto de vista, los trajes de lino, así como las chaquetas de sport de este material, son capaces de transmitir al mismo tiempo seriedad y desenfado; algo muy difícil de conseguir con cualquier otro material.
En los trajes de lino apostemos por colores lisos próximos a los cremas sin olvidar también los azules más veraniegos. Ambas tonalidades ayudan a combatir con cierta frescura las altas temperaturas de estos meses. Igualmente, es importante tener en cuenta que en estas calurosas fechas el código de vestimenta se suele relajar permitiéndonos acudir al trabajo sin necesidad de corbata. Es precisamente en estos looks de chaqueta y pantalón donde el lino alcanza su máxima expresión. Las chaquetas de lino que acompañan al pantalón de sport además de otorgar cierta seriedad al conjunto aportan también un toque de estilo difícil de conseguir sin ellas. Además, la multitud de tejidos de lino entre los que elegir nos permiten jugar y mostrar una imagen más o menos seria de nosotros según nos convenga en uno u otro momento. Desde los formales lisos a los intemporales mil rayas pasando por los actuales cuadro ventanas, las opciones entre las que escoger se anuncian casi como infinitas. Los veraniegos lilas, verdes, azules, rojos mate, etc. son solo algunos de los colores que los mejores muestrarios de telas ponen a disposición de nuestras chaquetas de sport.
Si los trajes y las chaquetas de sport de lino encuentran una gran cantidad de seguidores, legión son los que se decantan por este material para sus camisas; incluidas también las de traje. Si bien es cierto que las posibles transparencias y las arrugas que se forman en estas camisas puede deslucir un cuidado traje de chaqueta, hoy las principales casas de tejidos confeccionan tejidos donde el lino aparece mezclado con algodón o seda; algo que retrasa la aparición de la “temible” arruga sin perder por ello ni el tacto ni el aspecto de los tejidos 100% de lino. Por su parte, las camisas de lino de sport se presentan en estas fechas como la perfecta alternativa a las clásicas de popelín. Su ligero y agradable tacto nos recuerda las muchas noches de verano que tenemos por delante para disfrutar de estas seductoras temperaturas. Además, hay que tener presente que la forma en que se arruga este tejido transmite al resto del atuendo una informalidad y estilo imposible de conseguir con cualquier otro.
La popularidad del lino tanto en la fabricación de trajes, chaquetas como camisas se traduce en una multitud de diseños y colores entre los que elegir. Bastará con examinar la gran variedad de opciones, tanto de colores y diseños como de calidades, que ofrece la que seguramente sea una de las mejores casas de telas de camisas del mundo, la exclusiva casa Albini, propiedad, entre otros, del conocido telar Thomas Mason, para dar con nuestra tela preferida y entender por qué el lino ha sido durante siglos el tejido preferido de la realeza de medio mundo.
