Debo reconocer que cada vez que se me presenta una reunión inesperada en la Ciudad Condal, la sola idea de visitar Santa Eulalia convierte el viaje en algo de lo más excitante; incluso antes de subirme en el AVE.
Por más veces que visite este pequeño templo del buen gusto, no deja de sorprenderme la capacidad de sus gerentes para reinventarla constantemente. Cada nueva visita representa un paseo por una nueva colección y cada planta significa conocer las últimas propuestas de las casas más actuales, muchas de las cuales son solo posibles de encontrar en esa pasarela permanente de la tienda de Paseo de Gracia 93. Y si lo que buscamos es seguir vistiendo conforme los patrones más clásicos de la vestimenta del hombre también estamos igualmente de suerte.
Seguramente este sea uno de los motivos por lo que resulta de lo más habitual observar como, por una puerta de Santa Eulalia, el dandi más transgresor sale de ella con un modelo Shanghai de Church´s y, por la otra, hace su entrada un caballero inglés en busca de su modelo preferido de John Lobb.
Igualmente, no debería extrañarnos que mientras esperamos a que nos empaqueten nuestra camisa de Luigi Borrelli, unas estilosas y coloridas bermudas de Jacob Cohen lleguen al mostrador de la mano de un turista francés pensando con qué otras prendas las acompañará este verano en Le Club 55 de Saint Tropez.
Los amantes de la moda y del corte más actual disfrutaran en Santa Eulalia mientras deciden si será el traje monocolor de dos botones de Padra o su diplomático cruzado el que vestirán en las terrazas al aire libre de esta primavera.
Solo unos metros más allá, los apasionados de las mejores telas y del estilo napolitano comprobarán como hay un antes y un después de probarse un traje desestructurado de Kiton. Esa comodidad tan característica de la casa napolitana puede hacer hasta olvidar que se está vistiendo un traje de chaqueta.
Pero si somos de los que pensamos que no hay marca capaz de conseguir la hechura personalizada de un buen traje a medida, estamos de buena nueva ya que Santa Eulalia tiene una tradición de más de ciento cincuenta años cortando y cosiendo uno de los mejores trajes a medida de todo el territorio nacional.
Una de las marcas que más rápido y con mayor acierto se han ganado el aplauso tanto de los entendidos en moda como de aquellos que sencillamente buscan vestir prendas intemporales, ha sido Tom Ford.
El diseñador texano tiene un sitio privilegiado en la que es considerada la mejor tienda multi-marca de España. Los seguidores de las creaciones del ex director de diseño de Gucci encontrarán desde sus características camisas con sus anchos cuellos hasta los ya considerados como los esmóquines más elegantes de caballero.
La sección de zapatería que ofrece Santa Eulalia es un deleite para los sentidos de cualquier amante tanto de las casas más clásicas y con más historia como de las más actuales y trendy. Si dentro del primer grupo encontramos marcas como Crockett & Jones, Alden, Pierre Corthay o la ya mencionada John Lobb, en el segundo las posibilidades no son menos extensas, no resultando fácil decidirse entre la enorme oferta de zapatos de sport, que va desde los ya míticos gominos de Tods hasta las últimas zapatillas de diseño de Prada. Esta gran variedad incluye hasta, por ejemplo, unas alpargatas con una cuidada terminación y de gran belleza diseñadas por Castañer en exclusiva para la tienda catalana.
Hasta aquellos que entren en la tienda en esta temporada de primavera-verano con la firme intención de no salir cargado con bolsa alguna, les resultará difícil resistir la tentación de hacerse con una corbata de siete pliegues de Marinella, con un pañuelo de bolsillo o con unas carteras-monederos de lo más curiosas y bonitas con el logo de la casa del Aspa que se unen a otras más consagradas como las de piel trenzada de Bottega Veneta.